Expertos en telecomunicaciones recomendaron evitar que los niños usen teléfonos celulares, ya que ellos están en proceso de desarrollo y retienen más energías, y podrían presentar dolores de cabeza, pérdida de concentración, irritabilidad y estrés emocional.
El ingeniero electrónico de Inictel-UNI (Universidad de Ingeniería), Oscar Marín Abanto, dijo que si bien aún no culminan estudios que revelen que efectivamente la energía de la telefonía móvil afecta la salud, es mejor prevenir ante la duda y cuidar la salud de los más pequeños.
“Por las características de su cerebro y crecimiento físico, los niños retienen más energías y se convierten en una especie de antena. Por eso, podrían presentar dolores de cabeza, pérdida de concentración, irritabilidad y estrés emocional. Ante la duda científica, es mejor prevenir”, comentó a la agencia Andina.
Para disminuir la exposición a los campos electromagnética que emiten los equipos celulares, el ingeniero recomendó el uso del dispositivo “Manos libres” y reducir el número y tiempo de llamadas para protegerse de estas fuentes de radio frecuencia.
“El objetivo es distanciar el celular del cerebro. Una persona que utiliza el teléfono celular a unos 40 centímetros de su cuerpo, al utilizar un dispositivo "Manos libres", escribir mensajes de texto o navegar por Internet, estará mucho menos expuesta a las radiaciones no ionizadas que quienes utilizan el teléfono celular pegado a la cabeza”, comentó.
El experto en telecomunicaciones explicó que cuando una persona llama de su celular a otro, se conecta a una estación base que capta su señal. Si ésta se ubica lejos del teléfono, emitirá radiofrecuencia con más potencia para ser captado, a diferencia de si se ubica cerca a ella.